!Celebraciones!…

En todo el mundo se celebra el día del amor y la amistad, en el caso particular de  Colombia, esta fecha es programada para el tercer sábado de septiembre, la conmemoración de la actividad es más  conocida por el mundo como día de san Valentín celebrada el 14 de febrero.

Para los colombianos se celebra en el noveno mes, gracias  a la particularidad del famoso juego “amigo secreto”,  un juego que todos los colombianos identifican con solo escuchar su nombre, alrededor de la actividad se tejen diferentes reacciones y comportamientos ante la aceptación del juego y en los últimos años el rechazo, cuando de ser partícipes se trata.

¿Por qué lo hacen? las causas son variadas, tanto como el tipo de regalo que se entrega o se recibe. Existen aquellos  quedan satisfechos, pero la mayoría ha manifestado que alguna vez en su vida se sintió defraudad@ con lo que le regalaron.

Pero bueno, el origen de esta celebración que hoy día es llena de compras excesivas y que por supuesto no caen mal a ninguna empresa, tiene su historia oscura protagonizada por el sacerdote San Valentín, un hombre que sin el conocimiento del emperador Claudio ll cazaba a los soldados enamorados quienes estaban decididos a compartir su vida con una mujer.

Sin embargo, los bogotanos aun practican la cacería y este día, en que las calles  tienen una rara mezcla entre basura y hermosas flores, anuncian la llegada del tan esperado “día del amor y la amistad”.

Los hombres que generalmente en sus manos no llevan nadan más que sus maletines, y el teléfono celular engalardonándolos como respetados ejecutivos, ahora se pueden ver con una que otra rosa, y otros llevan el ramo de flores en una mano y en la otra las cajas de chocolates.

Comer

El medio día llega, y el frío característico de la ciudad ha desatado un hambre voraz.  De los distintos lugares de trabajo y estudio empiezan a salir una a una las personas, hay quienes se han puesto cita con sus amigos o “amores”  dispuestos a almorzar juntos.

Es entonces, que las tediosas filas que se viven en restaurantes de cadena reconocidos, ahora parecen interminables; pero, curiosamente la gente espera en calma, aun viendo que al pasar la calle hay un restaurante que los llama a gritos, la mayoría de sus sillas vacías pero muy cómodas, y el hervor de las ollas puestas en una pequeña estufa, agilizan a que se escape el olor de los almuerzos caseros.

Por supuesto, no todas ni todos han sido invitados, existen quienes están en casa aun en babuchas, sin cepillarse los dientes con la cama sin tender y pensando  “¿qué voy a hacer de almuerzo?”.

Al terminar, hay que regresar a las actividades cotidianas, la jornada aún no termina y se deb cumplir con las funciones asignadas, esto en el caso de los empleados. De ahí que, empieza una estrategia de caza y es hora de pensar en el postre.

Nuevas citas son programadas para la noche, ir al cine y ver una película, otros van a comer helado, preparan una cena romántica en casa o  salir a bailar, en cualquiera de los casos es parte de la celebración y la mayoría de las mujeres recibe por lo menos una flor.

Hasta ese instante los gastos cubren una buena aparte de los milagrosos salarios mínimos de un colombiano.

Pero aún falta cerrar la noche con la más grande demostración de amor,  y  en una migración moderada  hacia distintos puntos de la ciudad como Las Ferias, Venecia, Chapinero, La AV Primera de Mayo  y después de recorrer algunas cuadras bajo las luces neón en las fachadas de la pequeña ciudad de cristal, se cancela lo que parece ser el último gasto del día y en medio del calor humano entre novios, amigos o «amigovios», finaliza la espectacularización del día del amor y la amistad.